lunes, 3 de enero de 2011

Mentiras y muy gordas, además.



Hace menos de un mes publiqué una entrada sobre la "ley Sinde" en la que comentaba cómo la Ministra de Cultura, "curiosamente" inmersa en el mundo del cine, trataba de legislar para éste entre otras cosas. Al menos se encontró sin apoyos en el Congreso con los que sacar adelante su ley. Ya antes de conocer el resultado de la votación en el Congreso había tomado la determinación de ver "Mentiras y gordas" para saber a qué se refiere concretamente Ángeles González Sinde cuando habla de "cultura".

Pues una amigo me ha dejado el DVD original de la película (guiño, guiño) y directamente os diré que he desperdiciado una hora y cuarenta minutos de mi vida que dudo mucho la Ministra de Cultura me pueda devolver. Si llego a pagar por ver esta película le exigiría bien al cine, bien al videoclub de turno que me devolviese mi dinero inmediatamente. Es más, si no hubiese visto la película con la única intención de poder analizarla no hubiera ni siquiera terminado de verla.

Vayamos por partes: 

     - El título es intencionadamente ambiguo respecto al contenido de la película. Se titula "mentiras", la verdad es que ese plural está justificado por los pelos en el argumento de la película, y "gordas", que no sé con certeza si se refiere a las mentiras, a una de las protagonistas, sólo a sus tetas o a las chicas que desprecian en una discoteca por tener sobrepeso que, por cierto, son las únicas personas gordas que salen en toda la película... y el cartel de la película porque en él salen todos los actores y actrices menos la que hace de la chica a la que martirizan por estar gorda pese a ser uno de los personajes principales.
- La historia es insustancial, cargada de tópicos y con un ritmo narrativo tediosamente lento. En pocos minutos te das cuenta de que es como un chiste mal contado que requiere de justificación argumental a posteriori cada dos por tres y una vez termina la película puedes confirmar esta impresión. Pasada la hora he tenido continuamente la sensación de que el argumento podría cerrarse en cualquier momento, es tan carente de interés que los guionistas han tenido la necesidad de "matar" a uno de los personajes para dar algo de chicha. Del texto original podría sacarse malamente un corto pero llenar una película de planos de relleno y tomas a cámara lenta para llegar a los 100 minutos... Por cierto en la escena en la que se cargan descaradamente al personaje que he mencionado la imagen es a cámara lenta (muy lenta) tratando de hacerla épica (o algo) y con una música indescriptible, digna del género bélico.

     - De un mal guión se deriva un trabajo realmente difícil para los actores que en gran medida no han sabido llevar a cabo. Y aquí no se libra el director que en última instancia es quien decide si hay que repetir y repetir, y repetir... hasta que salga algo decente. Ya de los diálogos prefiero no hablar porque decir que son forzados e irreales es poco.

     - Esta película tiene, también, lo que denominaré "factor cacha" que consiste en desnudar al mayor número de intérpretes en escena a ver si así se genera algo de interés por parte del espectador. Lo hacen de manera gratuita, burda y hasta disparatada en según que escenas y por si fuera poco también lo combinan con la cámara lenta para empalagar lo más posible.

     - Raccord y otras pifias. Vamos a ver, si no dominas el montaje de escenas de plano y contraplano rodadas en varias tomas simplemente no lo hagas porque si no las manos de una actriz pueden cambiar de posición más de 40cm en cuestión de milésimas de segundo para volver a la posición inicial con la misma rapidez en el cambio de plano. Para aquell@s que os queráis reír: minutos 51 y 52 mientras se acaricia el cuello o el escote, no lo tengo claro del todo. En los créditos se puede ver que la película está rodada en soporte analógico y que han incluido efectos digitales... minuto 39 y 20 segundos, 7 hogueras que no dan luz a su alrededor y tienen exactamente la misma silueta negra en su interior... esto ya es insultante. Ya para redondearlo la película está rodada en Alicante, donde las hogueras son una tradición muy apreciada.

     - Para colmo, y esto he querido dejarlo para el final porque tiene tela, al terminar la película lo primero que pone es "EQUIPO ARTÍSTICO". Espero que sea una errata porque es el "reparto" a no ser que lo que quieran es hacer ver lo cultural que ha sido el desarrollo de este pedazo de bodrio. Y ya las referencias de algunos de los extras son para quitarse el sombrero, eso os dejaré que lo descubráis vosotr@s.

¿Es esto a lo que Ángeles González Sinde se refiere como cultura? En gran medida los problemas de la película parten directamente del guión y qué casualidad la Ministra de Cultura es uno de los guionistas.

Pese a todo, leo en las ediciones digitales de muchos periódicos que la "ley Sinde" saldrá adelante en el Senado con el apoyo de "partidos responsables". ¿Responsables con qué? ¿Responsables con quién? También he visto que, ahora, se reúnen con representantes de los internautas para acercar posturas. Primero han intentado hacerlo "por las bravas" y ahora acuden al diálogo lo que me recuerda espantosamente al "primero disparo y después pregunto". 

Los dueños de la industria, sean ministros, directores de cine o de academia o simplemente gestores de derechos de autor han tejido una red de mentiras y muy gordas, además, para justificar sus postulados. Hablan de derechos de autor cuando los únicos derechos que les preocupan son los de explotación comercial llegando al extremo de tratar de impedir a los usuarios compartir sus archivos a pesar de que ya han conseguido que paguemos en cada CD o DVD, grabador, disco duro... vamos cualquier soporte susceptible de servir para realizar copias de archivos en formato digital un "canon" que más parece un diezmo real. Pensad en el precio de un cuchillo si tuviésemos que pagar por las posibles acciones que se pueden llevar a cabo con él. Un cuchillo es una herramienta, al igual que un CD, por mucho que alguien se empeñe en hacer ver sus malos usos en potencia.

Desde aquí quiero tranquilizar a Lolita, Chenoa (no puedo borrar de mi memoria aquella actuación en la que se le cae el micrófono y su voz pasmosamente sigue sonando. Menuda cultura que nos lega la muchacha), Alejandro Sanz, Loquillo, Ángeles González Sinde y demás familia. Tranquilos, de veras, que muy afectado tendría que estar yo para querer vuestros discos o películas del nivelón de la que nos ocupa, por muy guapas y guapos que sean los intérpretes...

Veremos en qué queda la cosa. Saludos.

1 comentario:

  1. Lamentablemente la Ley Sinde será aprobada en el Senado. No hay una oposición. Nos hacen creer que alguien nos escucha hacienco el paripé y oponiéndose a una ley que será aprobada sí o sí. El PP hace como que está con el ciudadano escuchando sus quejas y oponiéndose a una ley. Pero lo cierto es que ya lo tienen pactado de antemano. Nos oponemos en el Congreso y nos ponemos de acuerdo en el Senado y la gente todavía creerá que alguien ha hecho algo quejándose en los foros.

    Pues no, vamos a tragar Sinde nos guste o no. Si queremos cambiar algo de verdad no votéis ni PP ni PSOE. Pero la ley será aprovada antes del cambio de gobierno y ya no habrá vuelta de hoja.

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